jueves, 17 de septiembre de 2009

La catarsis de escribir.

Por Lustein Baldemar López Alcázar.

Siempre he creído que en este mundo tan dilemático, lleno de incongruencias y sentimientos encontrados, si no se busca la manera de sacar o purificar el interior de todo el bombardeo de estímulos que recibimos a cada momento, terminamos acumulando un sin fin de frustración e impotencia, estrés, ansiedad y hasta depresión.
Pareciera que no hay salida ante tantas cosas que suceden y no sabemos como desahogar lo que nos duele o lo que nos preocupa. Y es que a diario recibimos información nociva que son como ráfagas de imágenes, situaciones, problemas y tantas cosas que nos llegan por la televisión, las vivencias y todo aquello que de pronto aparece.
Aparte los conflictos y situaciones personales. Porque es sabido que cualquier etapa que el ser humano viva, estará siempre cargada de presión, de miedos, de retos. Desde el aprender a masticar, a controlar el esfínter, ir por primera vez a la escuela... hasta el decidir; todo nos pone en una disyuntiva el no saber que camino tomar.
Al final, siempre tendremos tantas cosas que hacer y situaciones que resolver y poco tiempo para pensar como realizarlas. Es importante que todos nos desahoguemos, que la válvula que libera la presión interna este en óptimas condiciones. A veces solo con el hecho de platicar liberas lo que traes dentro. Seguramente en muchas ocasiones has escuchado decir: Necesitaba decirlo a "alguien".
Busco siempre sacar de mi lo que daña, lo que estresa, lo que me pone mal. Porque no quiero terminar con un problema de colon irritable por el estrés y la ansiedad o culpando a los que no debo de mis tensiones y ansiedades.
Por eso, escribir, me ayuda a liberar lo que siento y lo que hay dentro de mi, quizá podré ser un tanto utópico, pero también me ayuda a proponer, aunque quizá sueñe con algo que puede o no puede ser, pero no está prohibido hacerlo. Si a todo esto que escribo, una persona, una sola lo toma como bueno, me resultara grato, pero sino hubiera alguien que lo leyera, por lo menos ya me liberé a manera de un monologo. La satisfacción misma está en el hecho de plasmar lo que siento.
A lo largo de la historia escribir ha resultado en beneficio de muchos. Cuando alguien escribe, muchos se identifican con el escritor y otros mas posiblemente rechazaran su idea, pero esa magia tan especial que tienen las letras, esa interconexión que resulta entre el escritor y el lector es por demás algo único en su género, eso ya es ganancia
Pero en esta relación, están los que escriben por placer, por necesidad, por satisfacer y los hay por dinero. También los lectores: Los hay por obligación, por curiosidad, por pasatiempo y los amantes del buen leer, quizá esos no estén leyendo esto, pero vale la pena mencionarlos.
Escribir siempre resulta tan liberador e inspirador, es como disfrutar una actividad que llena, que produce satisfacción. No se concibe a un escritor sin tema o a un poeta sin musa o al amor sin pareja. Algo inspira a escribir, como algo les inspiro a los grandes novelistas o les inspira a los columnistas, a los que opinan, los que reportan o a los que como yo, que solo liberaran lo que sienten y les produce un momento de bien.
Escribo pues, solo por el gusto de hacerlo, por la necesidad de expresar. Tal vez sin respetar esquemas o llenar formatos, sin seguir una línea o influencia literaria, sino simple y sencillamente, por la catarsis de escribir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario